
Nuestro patrimonio natural, la tortuga mora.
Este tipo de tortuga, que casi solo habita en en el sureste de la península, es por eso que estamos obligados los que aquí vivimos a su conservación, los que tenemos mas años pudimos ver de niños como se comercializaban como mascotas e incluso eran vendidas para hacer sopa, hoy esta en serio peligro de extinción, por eso debemos cuidarlas, si las ves en el campo deja que sigan su camino.
La Testudo graeca, que es su nombre cientifico, fue identificada por primera vez en 1758 por el botánico sueco Carolus Linnaeus, el nombre no proviene de su origen, ya que no es muy común en Grecia, sino porque las placas y los dibujos de su caparazón recordaban los mosaicos griegos. Por esta razón para muchos científicos es más correcto denominarla tortuga mora. Hay varias subespecies sobre todo en el norte de Africa, aunque la nuestra la Testuda Graeca Graeca, solo se encuentra en el norte Marruecos de Argelia y por supuesto sur de España especialmente en el sureste.

La Testudo graeca está incluida en la Lista Roja del IUCN de especies amenazadas de extinción, como todas las especies del género Testudo.1 La tortuga mora está protegida por la Convención de Berna.7 También está incluida en la CITES y en la directiva 1332/2005 de la Comunidad Europea, de forma que queda absolutamente prohibida la captura de ejemplares salvajes y está reglamentada la cría y el comercio de ejemplares en cautiverio.
Perseguida desde la Antigüedad.
La tortuga desde la antigüedad ha sido capturada y criada para la alimentación, y como animal utilitario. Se obtuvieron del caparazón muchos objetos cotidianos, joyería y cajas de resonancia para instrumentos musicales. La mitología griega nos dice que Hermes fue el inventor de la lira. Un día el dios encontró una tortuga en una cueva, la mató, tomó sus caparazón y con cuerdas de tripa de oveja

en dos cuernos de antílope pudo obtener un instrumento musical. Después Hermes lo regaló al dios Apolo, y él a su hijo Orfeo. Hay numerosos hallazgos de caparazones en antiguas tumbas. En el pasado, fueron consumidas por algunas órdenes monásticas, porque su carne, considerada de alto valor nutritivo, especialmente para los enfermos, se encontraba entre las pocas permitidas por la Iglesia Católica para consumir en los días de abstinencia. Desde el principio del arte, hay un sinnúmero de representaciones de tortugas; en algunas de ellas se puede identificar con certeza la especie como T.graeca. En la literatura, es un personaje recurrente como una representación de la longevidad de la tortuga y el alma, bien conocida es la historia de Esopo, La Liebre y la Tortuga de Aquiles. En matemáticas hay que recordar la segunda de las paradojas formuladas por Zenón de Elea.
Primeros pasos de una Tortuga Mora.
Fuente; Wikipedia.