Plaza del Arbollon y Frontón.
Nos encontramos en el corazón de Mojácar, la plaza del Arbollón y del Frontón albergan algunos de los locales de raigambre histórica que dieron al pueblo su imagen actual.
La plaza del Arbollón se ha remodelado recientemente, se construido un parque subterráneo y la parte superficial ha tenido importante cambios como la demolición de las antiguas casas de los maestros para darle mayor amplitud, se rediseñó completamente y se le ha dotado de nuevo pavimento y mobiliario urbano.
Las noches de verano ofrecen un especial marco para que las visites, sus terrazas son un buen lugar para combatir los calores estivales, al estar situada en la parte más alta corre un fresquito que no vamos a encontrar en otro sitio.
Hagamos un repaso de los locales abiertos por la noche algunos los mas antiguos y clásicos del pueblo.
EL BUDU.
Se encuentra ubicado en una antigua casa que cuenta con una antigüedad bastante superior a los 100 años, antaño era la misma casa que hoy día en La Muralla.
El local cuenta con dos plantas y una terraza, en el veranito lo recomendable es que visites las terrazas con impresionantes vistas a la plaza, por encima de ella encontraras visualmente en la alturas el lugar donde antiguamente estaba el castillo que fue destruido por un terremoto, puedes imaginarte mirando 500 años atrás la Mojácar del momento, el castillo en el montículo y la muralla que rodeó la ciudad…… si miras al lado contrario encontraras a tus pies el valle del Río Aguas.
Su ambiente musical es el de los años 80 y 90 época gloriosa de Mojácar. Puedes degustar cócteles como el mojito y la caipiriña.
En verano abierto todos los días desde las ocho de la tarde hasta las dos como mínimo. En invierno abierto de jueves a domingo ambos inclusive.
El Loro, como lo conocen sus parroquianos es un bar que que tiene la capacidad de moverse, antes de la remodelación de la plaza, se encontraba unos metros mas bajo en lo que en su día fueron las casas de los maestros, hoy está un poco mas arriba puerta con puerta con el Budú. A sus propietarios un día se les rompió el coche en Mojácar y aquí se quedaron atrapados en su embrujo.
Su ambientación esta basada en el Jazz y los blues aunque en general podemos escuchar buena música de la décadas 50, 60 y 70 de la música americana. En verano esta abierto todos los días.
Es un bar pequeño y acogedor para las noches de invierno, pero en el verano cuenta con una estupenda terraza sobre las losas de de la Plaza del Arbollón para que puedas tomar algo tranquilamente.
Fue uno de los primeros lugares en servir el coctail que luego se haría emblemático en las noches mojaqueras, el mojito, el primero y uno de los que mejores lo hacen, los mojitos de El Loro tienen un reconocimiento que sobrepasa las fronteras patrias.
La sartén es un bar en el que se puede comer, es un bar muy antiguo, de los primeros que se abrieron en Mojácar y eso se ve cuando entras, tanto su decoración como su estructura es propia de los primeros bares mojaqueros. Fue abierto en el 68 por uno de los primeros ingleses que llegaron a Mojácar y en su inicio fue más un club social de la comunidad inglesa al que al final el alcalde decidió darle licencia de apertura. Hoy en día mezcla ambas cosas un lugar de cierto toque cosmopolita frecuentado por personas de diferentes nacionalidades. Un lugar para comer platos combinados y bocadillos de cocina casera ambos, su dueña que se nos dice que se llama Antonia, aunque por su acento intuimos que ha traducido su nombre, nos recomienda la lasaña.
Restaurante de comida oriental pequeñito pero que resuelve este problema con las mesas que hay colocadas en la plaza, comida Marroquí que es una comida hermanada con la tradicional del Levante Almeriense, después de todo el trasiego de personas desde el norte de África a Mojácar ha sido una constante durante siglos.
Un restaurante de cocina española especializado preparar pescados y carnes de forma casera, su encargado nos dice que no utilizan congelados, su especialidad los flamenquines que han sido alabados hasta por Tomás de el Loro Azul públicamente, que esto no es poco.
Justo pegado a el Budú a un nivel ligeramente mas bajo, un restaurante que se encuentra literalmente colgado de las laderas mojaqueras, cuenta con unas estupendas terrazas a distintos niveles donde podéis comer disfrutando de una vistas increibles y disfrutando del fresco de las alturas.
Especializado en comida italiana aunque en su carta también cuenta con algunos platos de cocina internacional. Ramona su encargada nos dice que sus pizzas son de la masa más fina, cuentan en su carta con pastas carnes y pescados. Un restaurante indicado para comer en familia, Ramona nos dice que de seis familias que suben a Mojácar cinco comen aquí, nos recomienda su solomillo de ternera.