
La piedra de la jaqueca
Simon de Rojas Clemente fue enviado al Levante Almeriense por Godoy, con el objeto de que hiciera un estudio de estas tierras para la corona. Simón nos habla en este viaje de como se cultiva la barrilla para hacer sosa cáustica, y también nos habla de unas “piedras de la jaqueca” que los lugareños de Carboneras recogían de la playa para calmar esta dolencia y con las cuales hacían abalorios.
En QHM hemos investigado un poco para saber que son estas extrañas piedras de las que habla Simón de Rojas.
Las piedras de la jaqueca no son otra cosa que el opérculo de la Astraea rugosa gasterópodo marino que se recogía en las playas. El opérculo es una placa que se desarrolla en la parte dorsal y posterior del pie de la caracola y que sirve para cerrar la abertura cuando el animal se retrae en el interior, constituyendo una auténtica “puerta” que impide el acceso por la zona más vulnerable .

Los opérculos de este molusco han sido desde tiempos inmemoriales un elemento de cierto aprecio ornamental, ya que son un elemento común en joyería, y en la construcción de abalorios. Se han encontrado ánforas romanas llenas con estos opérculos.
Hay culturas donde encontrar un ojo de Santa Lucía es sinónimo de obtener amor y felicidad, o también colgarse uno de estos hermosos opérculos sirve como remedio contra el mal de ojo. También hay reseñas bibliográficas donde se relaciona estos opérculos con la imagen de la Virgen María.
Pues ya sabes, si tienes jaqueca, buscas amor o felicidad, este veranito a tener paciencia y buscar en la playa «Piedras de la Jaqueca» y «Ojos de Santa Lucia».
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